Reyes Alexander se graduó en el año 2020 de Ingeniería en Ciencias de la Computación, en medio de una pandemia que implicó una serie de retos. Fue becario de la Universidad Don Bosco y hoy nos cuenta su historia.
"Al principio dudaba si estudiar o no debido a los problemas económicos que tenía mi madre, pero al final decidí estudiar una carrera universitaria y le prometí a mi familia que iba a finalizar exitosamente.
Me decidí por Ingeniería en Ciencias de la Computación ya que a mi desde pequeño me ha gustado esta rama, a principio siempre miraba el pensum y yo confiaba en que aprobaría todas las materias y así poder culminar mi carrera exitosamente y poder aportar a la casa para así ayudar a mi familia.
A finales del año 2015 tuve un pequeño tropiezo ya que reprobé una materia, en ese momento me sentí mal y pensaba si continuar o no la universidad ya que sentía que ese tropiezo me iba a perjudicar en mi camino y quería salirme de la universidad, me sentía muy triste; pero logré reunir fuerzas y continúe, prometiendo nunca volver a reprobar otra materia, esto solo fue algo pequeño en comparación de mis ganas de superación… y así fue, ya no volví a reprobar una materia desde ese momento.
Pasado el tiempo los problemas económicos eran cada vez peor, recuerdo que no tenía para comida. Gracias a mi abuela hubo días que pude comer, a la universidad solo iba con lo del pasaje y pasaba todo el día sin comer, estudiaba cada tarde y cada noche para poder superarme y poder avanzar en mi carrera, estuve cerca de salirme de la universidad para poder conseguir un empleo y aportar a la casa hasta que un día me recomendaron aplicar a una beca.
Tuve dudas de aplicar, creía que, por mi pequeño atraso, no podría ser apto para poder obtener una beca; pero recuerdo una noche donde me cayó un correo comentándome que fui aceptado por parte de la Universidad Don Bosco, en ese momento me sentí alegre porque sabía que podía seguir estudiando y no iba a desaprovechar esa oportunidad.
Me comprometí a ponerme al día con mis materias y no atrasarme más del tiempo establecido y logré cumplir también esa promesa, nunca me rendí en mi camino. Cuando creí que iba todo bien en mi vida me vino otra prueba donde pensé que no podría recuperarme. Hubo un incendio en el lugar donde vivía, fue un duro golpe para mí y mi madre ya que pensamos que nuestras cosas que habíamos adquirido con mucho esfuerzo se irían en el fuego, pero en mi interior algo decía que todo estaría bien, mantuve la calma y en ese momento no pude poner mi mente en otra cosa; sin embargo, quedé sorprendido cuando nos llegan a decir que de toda la casa que se quemó nuestras cosas fueron las UNICAS que no sufrieron nada y sentí esa nueva oportunidad que la vida nos ofrecía.
Continúe preparándome y estudiando y no solo logré salir bien en mis estudios sino que tuve la oportunidad de formar parte de varios programas de la Universidad e incluso de poder representar a la universidad por 3 años seguidos en competencia de programación ganando en 2 oportunidades a nivel nacional, pasé por muchas situaciones, depresiones, tristezas, aflicciones; pero todo valió la pena, ahora que tengo mi título de ingeniero cumpliendo la promesa que le hice a mi familia, quiero agradecer a todas las personas que me apoyaron en este camino duro pero no imposible, me siento agradecido y comprometido por demostrar que no se equivocaron en darme la oportunidad de estudiar y poder ser un profesional que ponga en alto al país y una buena persona en la sociedad, en momentos recuerdo todo lo que pasé y lloro de alegría que nada eso me detuvo para poder cumplir mi sueño".
