Un 21 de agosto de 1567 nace en el castillo de Sales, Saboya, uno de los grandes doctores de la iglesia católica: San Francisco de Sales, cuya fiesta se celebra cada 24 de enero. Fue bautizado con el nombre de Francisco Buenaventura.
De él se conoce la frase “El amor es la perfección del espíritu y la caridad es la perfección del amor”. Una de sus mayores virtudes fue la amabilidad, la cual fue el resultado de años de lucha por dominar su peor defecto “la ira”, pues se dice que de joven tenía un carácter inclinado a la ira.
Es considerado patrono de los periodistas y escritores gracias a su devoción y defensa de la fe y la verdad.
En San Francisco de Sales se inspiró la vida y obra de San Juan Bosco. Para el santo de los jóvenes, su vida espiritual y sacerdotal fue marcada por la capacidad de diálogo, la paciencia, la dulzura y la amabilidad y sobre todo su humanismo centrado en el bienestar de la persona.
Según Roberto Damas, salesiano cooperador y pastoralista de la UDB, “cuando Don Bosco funda la congregación dice “nos llamaremos salesianos” en honor a San Francisco de Sales, por la paciencia que representa trabajar con los jóvenes, el amor (amorevolleza), la capacidad de hacerse amar y el diálogo que es importante en la asistencia y acompañamiento salesiano; elementos que fundamenta el sistema preventivo de Don Bosco”
Precisamente en esas características se centra el modelo educativo de la Universidad Don Bosco, en acompañar a los jóvenes en las diferentes dimensiones de su vida, en escucharles y prepararles para enfrentar los retos y desafíos del contexto actual.
Un dato importante que es necesario conocer es que los Salesianos de Don Bosco, son conocidos oficialmente como la Sociedad de San Francisco de Sales, reconocidos en la Iglesia como un instituto religioso clerical de derecho pontificio, dedicado a las obras apostólicas y al servicio de los jóvenes, especialmente de los más pobres y abandonados.
Para los salesianos cooperadores su proyecto de vida apostólica está marcado por la devoción a San Francisco, que marca su estilo de relacionarse con los demás y en la santidad mediante el exacto cumplimiento del deber..
“Los salesianos cooperadores tenemos muy marcado a San Francisco de Sales en nuestro proyecto de vida apostólica, está claro cuáles son nuestras devociones principales: el Sagrado Corazón de Jesús, San José, María Auxiliadora y San Francisco de Sales”, afirma Damas.
San Francisco de Sales falleció en el año 1622, fue obispo de Ginebra y doctor de la Iglesia. Fundó con Santa Juana de Chantal, la orden de la visitación.
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