Eficiencia energética, qué es y pautas de implementación

05 de Mar, 2020

La sostenibilidad representa hoy en día parte de las estrategias de innovación que el sector empresarial desea implementar; dentro de estas, la eficiencia energética cumple un papel fundamental debido al impacto que esta genera en la industria y el aporte transformador que representa. 

Implementar la eficiencia energética en la industria ha sido un reto que ha avanzado a paso lento debido a la falta de interés por parte del sector o porque prevalece la idea de que la simple implementación o cambio de tecnología constituye la mejor opción para reducir la facturación en energía. A esto se suma que en los últimos años ha crecido el interés de la industria en implementar sistemas fotovoltaicos, lo cual no implica realizar eficiencia energética, pero que se comercializa como tal. Ahora explicaremos las razones. 

Con el desarrollo de un adecuado estudio de eficiencia energética se logran identificar acciones que permitan reducir consumos; sin embargo, las implementaciones en esta área no tendrán los resultados esperados sino se cuenta con un plan definido, que incluya objetivos claros en términos de gestión de la energía o reducción del consumo. Un estudio de este tipo incluye conocer y cuantificar una línea base que permita definir cuál o cuáles serían las estrategias para implementar y maximizar ahorros en el área eléctrica y consumo de hidrocarburos. Inversiones sin un plan definido generan costos innecesarios que en un futuro inmediato se traducen en pérdidas en las utilidades y en un desinterés o desconfianza en que la eficiencia energética sea el camino, y esto producido por una mala asesoría y/o implementación de las medidas.  

Con el estudio de línea base en una edificación se pueden identificar las áreas en donde se deben enfocar esfuerzos, ya que permitirá cuantificar consumos además de brindar los insumos para discutir cuáles serán las acciones para reducirlos. Áreas como, aires acondicionados, bombeo de agua, iluminación, calderas y cargas más pequeñas como electrodomésticos y un sinfín de enseres son los que generalmente aportan las cuotas más altas a la factura de energía y suelen ser los equipos más ineficientes, sin mantenimiento preventivo u obsoletos y a los que no se les presta atención o no se tiene un plan de renovación enfocado a equipos eficientes. Cuantificar es importante para solucionar el problema.

La salud del sistema eléctrico, dimensionamientos adecuados de equipos, tecnología eficiente son parte de las acciones que se deben tomar en cuenta; dichos análisis se basan en tener claras las inversiones que implican, pero también los periodos de retorno de la inversión, que pasa por cuantificar los ahorros, horarios de uso, entre otros. 

Todas estas actividades no pueden ser consideradas de forma separada, se debe tener claridad en cuál es el plan de implementación y dicha planificación pasa por tener políticas energéticas abanderadas por el dueño y responsable de las edificaciones. Es importante incluso tener políticas de compras adecuadas para equipo eléctrico o de consumo de hidrocarburos, ya que en muchas ocasiones las compras no se basan en el valor del dinero en el tiempo, sino que solo en la inversión inicial. 

Precios bajos en equipos no eficientes representan pérdidas financieras por una decisión no justificada. Incluso, cuando se habla de inversiones en eficiencia energética se piensa que incorporar paneles fotovoltaicos es implementar eficiencia. Un pensamiento erróneo ya que es necesario, primero, reducir los costos a partir de la eficiencia energética y, después, buscar estrategias alternativas para maximizar esos ahorros. Hacerlo al revés es una inversión a ciegas, que no cumplirá con las proyecciones financieras por las cuales fueron decididas.

Con base en la experiencia acumulada por más de 12 años en el desarrollo de investigación aplicada en temas energéticos se inauguró en 2010, el Instituto de Investigación en Energía de la Universidad Don Bosco, un aliado para el sector industrial, puesto que cuenta con un staff de profesionales con capacidades y habilidades técnicas, infraestructura tecnológica y un completo portafolio de servicios sobre eficiencia energética para la industria, energías renovables, construcción sostenible, certificación LEED, formación de alto nivel, entre otros, para responder a sus demandas y orientar adecuadamente las inversiones para maximizar los beneficios. 

 

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