Don Bosco: "Le he prometido a Dios que hasta mi último aliento será para los jóvenes"

22 de Ago, 2023

Los jóvenes son un eje fundamental en una sociedad, ellos no son únicamente el futuro; también son el presente. La mente de un joven es una cuna de ideas transformadoras, de nuevas perspectivas y de un tipo de creatividad que no conoce fronteras. 

Son protagonistas que deben ser escuchados porque su voz es la llave de puertas que conducen a cambios positivos e innovadores. Don Bosco siempre fue consciente de ello y por eso dedicó su vida a educar, escuchar y amar a los jóvenes.

El Santo de la Juventud, como es popularmente conocido, nació el 16 de agosto del año 1815 en I Becchi, Italia, y los presagios de su vocación hacia la juventud se hicieron presentes desde su niñez, específicamente, a los 9 años de edad, cuando tuvo un sueño revelador que le auguró su destino y le confirmó cuál sería su misión de vida.

Sus iniciativas en beneficio de la niñez y juventud empezaron a figurar desde etapas tempranas de su vida. Como por ejemplo cuando en la década de 1830 fundó "La sociedad de la alegría" para educar a niños que eran sus compañeros de clase, bajo las únicas reglas de: cumplir con las asignaciones escolares, no decir groserías y estar siempre alegre.

Años después, entró al seminario y en 1841 fue ordenado sacerdote. Su misión que apenas estaba iniciando trascendería hasta la actualidad. 

El Santo de la Juventud

"Le he prometido a Dios que hasta mi último aliento sería para los jóvenes"

Don Bosco

Una vez ordenado sacerdote, Don Bosco dio inicio a una serie de actividades que constituyeron su misión. En sus primeros años de vida sacerdotal se dedicó a recorrer las calles de Turín y a amistar con chicos de clases populares, que en muchas ocasiones eran huérfanos y analfabetos. El santo, convencido de que estos jóvenes, con amor, paciencia y educación, podrían volverse agentes de cambio en la sociedad, los acogió en un refugio que creó junto a su madre, a quien los muchachos cariñosamente llamaban "Mamá Margarita".

En este lugar, Don Bosco educaba con paciencia, atendiendo las necesidades de los jóvenes, escuchándolos, amándolos y estableciendo para ellos un entorno de calidez humana. De esta manera, los jóvenes que tiempo atrás sufrían de analfabetismo en una condición de abandono social; ahora leían, estudiaban, reían y eran felices dentro del calor de una comunidad.


Así nace el Sistema Preventivo y el Oratorio Salesiano, dos componentes fundamentales que caracterizaron la labor pedagógica de Don Bosco, quien consideraba que en toda institución educativa debían converger 4 aspectos fundamentales: una casa que acoge; una parroquia que evangeliza; una escuela que educa y un patio para convivir con amigos.

Durante su vida, para Don Bosco fue de gran importancia establecer un ambiente educativo idóneo para que los jóvenes pudieran desarrollarse en todas sus dimensiones. Sobre el tema, Roberto Damas, director del Departamento de Pastoral de la UDB y delegado inspectorial de Pastoral Universitaria abordó lo siguiente:

“Un elemento clave para Don Bosco y su pedagogía fue la creación del ambiente. No solo se educa con contenidos; el ambiente también educa y por eso es necesario dar un ambiente adecuado. El fin de las obras salesianas es brindar una experiencia educativa que favorezca el ambiente oratoriano que creó Don Bosco y que atiende 4 dimensiones primordiales: la cognitiva, la espiritual, la afectiva y la lúdica, que es todo lo que un muchacho necesita para desarrollarse. Por esta razón la propuesta educativa de Don Bosco es muy holística, es muy completa”.

Este modelo educativo diseñado por Don Bosco trascendió en todos los ámbitos de la sociedad y representó una forma no solo de educar; sino también de prevenir la incidencia de los jóvenes en prácticas dañinas para su integridad, por medio del amor, la religión y la razón.

Don Bosco en el siglo XXI: La iniciativa Don Bosco Green Alliance

El impacto de la obra de Don Bosco en la actualidad es visible a nivel mundial a través de instituciones educativas, centros de formación o parroquias que representan parte de los muchos ejemplos sobre cómo la misión del Santo de la Juventud continúa impactando positivamente y transformando la vida de familias de todo el planeta.

Su incidencia en la juventud del siglo XXI sigue vigente en múltiples formas y una de ellas es el proyecto Don Bosco Green Alliance. Esta iniciativa nace en Europa y es una plataforma originada en Europa que concentra las actividades en beneficio del medio ambiente como charlas, talleres, ponencias, sensibilización ambiental, reciclaje y gestión de residuos que realizan jóvenes de la familia salesiana en todo el mundo.

A la fecha tiene vigencia en 56 países y su objetivo es establecer un medio ambiente saludable para todos los seres vivos que habitan el planeta. Su desarrollo está en línea con la encíclica escrita por el Papa Francisco, Laudato sí’, que propone que la ecología es un bien generacional y asimismo guarda relación con las memorias de Don Bosco, en donde se detallan episodios de su vida que consistían en realizar caminatas con grupos de jóvenes por bosques y zonas naturales.

Crear un ambiente óptimo para el desarrollo de los jóvenes fue fundamental para Don Bosco y es por eso que esta iniciativa, de la que la UDB es parte, promueve en ellos buenas prácticas para el cuido medioambiental. 

Un legado que no tiene fin

La educación para un joven va más allá de solamente aprender acerca de una disciplina o área profesional; significa formarse integralmente en todas las dimensiones, desarrollando habilidades que no solo le serán útiles en su vida laboral, sino también en su vida. La consecución de este objetivo para Don Bosco fue posible gracias a un modelo educativo basado en el acompañamiento y que actualmente continúa transformando la vida de generaciones de jóvenes, a los que vuelve protagonistas de su realidad.

Don Bosco falleció un 31 de enero de 1888; pero su legado permanece más vivo que nunca. 





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