En el municipio de Nahuizalco fue inaugurada, en días recientes, la tercera Cuna Náhuat, un programa de inmersión lingüística temprana a la lengua náhuat/pipil, impulsado por la Universidad Don Bosco y dirigido a niños de 3 a 5 años, descendientes de indígenas pipiles.
Esta nueva Cuna se suma a las dos ya existentes, explica su coordinador, el lingüista y profesor investigador de la UDB Jorge Lemus. Una de ellas se encuentra en Santo Domingo de Guzmán y la otra en Santa Catarina Masahuat, del departamento de Sonsonate.
La recién inaugurada Cuna cuenta con el apoyo de la alcaldía de Nahuizalco y de la comunidad indígena del pueblo, el Movimiento Indígena de Nahuizalco (MUINA); ha recibido, además, apoyo por parte del Ayuntamiento de Pamplona, Navarra, a través del colectivo El Salvador Elkartasuna.
La Cuna Náhuat es un programa que consiste en explotar la relación abuelo-nieto, en donde los abuelos son los portadores de la lengua y cultura ancestrales y los nietos (niños de 3 a 5 años) son los receptores de esta transmisión intergeneracional que se ha visto interrumpida a través de la historia, y que ahora reinicia en las cunas nahuas.
Jorge Lemus
Según el investigador, en la actualidad existen varias asociaciones y colectivos locales que reivindican estas culturas y tratan de mantener vivas algunas tradiciones; incluso aprenden palabras y frases en estos idiomas. Sin embargo, al no haber ya hablantes nativos de estos idiomas, la tarea de resucitarlo es compleja y requiere de grandes recursos económicos, de voluntad política y, principalmente, del deseo y convicción de la generación adulta actual, descendientes mestizos de los pueblos originarios.
“La única lengua indígena autóctona que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días, es el idioma pipil o náhuat”, afirma Jorge Lemús.
Ante esta crisis lingüístico-cultural del país, la Universidad Don Bosco lanzó en el año 2003 el Proyecto de Revitalización del Náhuat que tiene como objetivo principal la salvaguarda de la lengua y cultura pipiles, así como la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas de El Salvador. Dentro de este proyecto, el programa Cuna Náhuat ha tenido especial relevancia.
Esta iniciativa ha recibido apoyo del Ministerio de Educación, UNICEF y las alcaldías municipales de los municipios participantes; además, ha sido reconocido por la UNESCO como ejemplo de “buenas prácticas de revitalización lingüística” a nivel mundial.
