"Desde pequeña sentía una especial fascinación por los cohetes y viajes al espacio. A mis 14 años cuando me enteré de que la Universidad Don Bosco ofrecía la carrera de Ingeniería en Aeronáutica decidí al instante que ese sería el primer gran paso para cumplir mi sueño. Me esforcé mucho para ingresar a la carrera a pesar de los problemas económicos que mi familia pasaba en esos momentos.
Siempre fui muy buena en matemáticas, en general con los números, sin embargo, los primeros años estuvieron llenos de retos y dificultades, tanto económicos como académicos, no todo era color de rosas, hubo muchos altos y bajos a lo largo de mi carrera, pero me dio mucha satisfacción finalizar cada ciclo con buenos resultados, hacía que todo valiera la pena.
Al inició de mi tercer año me dieron la gran noticia que me había sido otorgada una beca completa por parte de la universidad, la cual me permitiría finalizar mi ingeniería hasta el final.
Me lleno de mucha felicidad al punto que derrame lágrimas de la emoción… saber que mi esfuerzo había sido recompensado. Hasta la fecha sigue siendo uno de los logros más grandes de mi vida.
En ese mismo año, me comencé a involucrar más en actividades extracurriculares. Me uní a la Asociación Salesiana de Estudiantes en Aeronáutica (ASEA), la cual ha jugado un rol muy importante en mi formación personal y profesional, me hizo exigirme en todo momento, al igual que me permitió relacionarme con nuevas personas que ahora considero grandes amigos.
Dentro de la asociación me he podido desempeñar como presidenta y actualmente como vicepresidenta, esta oportunidad me ha permitido proponer ideas y proyectos para mejorar el entorno de mi universidad y poder impactar la vida de muchos estudiantes de Aeronáutica en sus primeros años.
Este año me dieron la oportunidad de representar al grupo de afinidad de IEEE WIE (Women in Engineering). Esta nueva experiencia me ha llenado de muchos aprendizajes. Trabajo con personas increíblemente talentosas y también he hecho nuevos amigos. No ha sido nada fácil, pero llena de satisfacción saber que nuestro esfuerzo puede impactar la vida de muchas jóvenes estudiantes.
Actualmente, estoy cursado mi último año de la carrera y en paralelo estoy realizando un intercambio virtual, “The Innovation Academy for Women”, donde estoy conviviendo con chicas de México y Colombia, nos encontramos trabajando en un proyecto en el que buscamos proponer soluciones innovadoras y sostenibles con el medio ambiente, ¡Está siendo una gran experiencia!
Ciertamente, el camino no ha sido fácil, he tenido que superar muchos retos, sin embargo, ha valido la pena. Es por ello, que me gustaría poder motivar a chicas que sueñen con estudiar una ingeniería a que se atrevan a luchar por ello, que dejen a un lado los miedos y prejuicios. No hay nada que no se pueda lograr con esfuerzo y perseverancia.
¡Las mujeres somos capaces de lograr grandes cosas!".
Mónica Pleitez, estudiante de Ingeniería en Aeronáutica
