Diana Guardado: “La ingeniería aeronáutica es compleja, pero me encanta que me desafíe constantemente”

26 de Mar, 2025

Apasionada por el aprendizaje y la enseñanza. Con estas características se definió Diana Guardado, docente de la Facultad de Aeronáutica de la Universidad Don Bosco que desde el año 2021, labora en la institución transmitiendo sus conocimientos a nuevas generaciones de profesionales en la industria e impulsando su crecimiento desde la investigación.

Su historia con la aeronáutica tiene sus cimientos en la infancia. Los aviones suelen ser, por naturaleza, un objeto de fascinación durante la niñez, pero es la vocación la que hace que pocos tengan el impulso de ir más allá: de tratar de comprenderlos partiendo de curiosidades y cuestionamientos. Es cuando la fascinación se convierte en pasión, en un sueño y una motivación por marcar una diferencia.

“Siempre me han llamado la atención los aviones. De pequeña me preguntaba cómo algo tan grande podía mantenerse en el aire, qué fuerzas lo hacían posible y eso despertó mi curiosidad. Además, siempre me gustaron las matemáticas y la física, así que la aeronáutica se convirtió en la combinación perfecta de mis intereses. Pero más allá de eso, también me motivó el reto. Sabía que era un campo con pocos referente femeninos y quería demostrar que podemos estar aquí, que tenemos mucho que aportar. Sí, la ingeniería aeronáutica es compleja, pero me encanta que me desafíe constantemente”.

Diana es graduada de Ingeniería en Aeronáutica en la UDB. Su vivencia con la carrera la narra como un vaivén de emociones y retos, marcados por el compañerismo y el trabajo en equipo como pieza clave para afrontar cualquier dificultad.

“Las materias son exigentes, los proyectos demandan tiempo y dedicación y a veces parecía que el día no tenía suficientes horas para todo lo que había que hacer. Lo más complicado era cuando se juntaban varios proyectos de diferentes materias y tenía que organizarme para lograr cumplir con todo. Hubo muchas noches sin dormir, entregas de última hora y trabajos que no salieron como esperaba. Pero de cada error aprendí algo y con el tiempo entendí que lo decisivo está en la perseverancia y en rodearse de buenos compañeros.

La verdad es que uno no pasa solo por la universidad, el compañerismo hace toda la diferencia. Cuando tienes un buen equipo, donde se sabe que todos vamos en un mismo barco y remamos hacia la misma meta, todo se vuelve más llevadero. Lo que más me llevó en el corazón son esos momentos en donde se sufrió, se lloró pero se triunfó en equipo”.

Y fue en su etapa como estudiante donde exploró los diferentes campos de la aeronáutica, interesándose mucho por la aerodinámica. Y aunque desde niña supo que quería dedicarse a esta industria; la vida también la llevó por un camino inesperado: la docencia.

“Lo que más me apasiona es la aerodinámica, el cómo cada parte del avión contribuye a que se mantenga en el aire. Mucha gente piensa que son solo los motores los que hacen volar a un avión, pero la aerodinámica juega un papel fundamental en ese proceso. También me encanta el diseño y la simulación de diferentes escenarios relacionados con el performance de una aeronave.

Si bien la docencia no estaba en mis planes, la vida me llevó por este camino, y descubrí que es una de mis más grandes pasiones. Es increíble ver cómo los estudiantes aplican lo que se les enseña, y ver cómo poco a poco crecen, y saber que, de alguna manera, estoy dejando una huella en un futuro profesional y que no solo van a representar bien a la UDB, sino que también van a contribuir al crecimiento del sector aeronáutico, es muy gratificante.

Mi día a día varía según la cantidad de clases que tenga asignadas. Cuando tengo horas clase, mi enfoque está en la enseñanza, en preparar materiales y en asegurarme de que los estudiantes realmente comprendan los temas tanto a nivel teórico como práctico. Cuando no tengo clases, me dedico a la parte investigativa, en donde actualmente estoy a cargo de un proyecto de la facultad. Siempre hay algo que hacer, dentro del aula, en reuniones, asesorando a estudiantes o trabajando en proyectos que aporten a la UDB y a la industria”.

Diana durante el programa "Women in the Sky", desarrollado en la Universidad
Aeronáutica de Querétaro, México.

Diana forma parte de las generaciones de la Universidad Don Bosco que estudiaron en la institución y que ahora forma parte de la Comunidad Universitaria como educadora. Desde su rol como docente, enseña, inspira y marca un precedente para que los jóvenes incursionen en una industria que impulsa el desarrollo tecnológico, económico y turístico de la nación.

“Creo que mi mayor aporte está en compartir conocimiento y en guiar a otros en su camino profesional. En la educación, mi objetivo es motivar a los estudiantes, especialmente a las mujeres, para que crean en sus capacidades y no se detengan ante los desafíos. Quiero que vean que sí es posible destacar en este campo y que no hay límites cuando se tiene determinación. En lo social, trato de promover la importancia de la educación y la igualdad de oportunidades, sobre todo en las carreras técnicas, donde aún hay muchas barreras por romper. Y en mi familia, intento ser un ejemplo de perseverancia y dedicación, demostrando que con esfuerzo y constancia cualquier meta es alcanzable”.

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