El proyecto San Salvador en desarrollo… ¿de calor? pretende validar el impacto de los sistemas basados en la naturaleza a través de modelos de coberturas verdes de bajo costo para la reducción de las islas de calor y su factibilidad de poder ser desplegados en edificaciones.
Se propondrán soluciones desde la experiencia de las comunidades que serán validadas en laboratorio y desplegadas en puntos de intervención seleccionados para medir el impacto en la reducción de las islas de calor, la capacidad de atrapar carbono y la reducción de escorrentía.
Las variables que se registrarán serán de naturaleza cuantitativa y cualitativa con el fin de valorar además de los datos científicos la percepción de la ciudadanía de estas soluciones en la comunidad.
Tiene como objetivo coordinar el diseño, implementación, mantenimiento y evaluación de módulos de cobertura vegetal vertical y horizontal que permitan mitigar el efecto de isla de calor urbano en San Salvador, El Salvador.
Con esto se busca (1) probar aspectos técnicos (como materialidad, especies de plantas, sustratos, etc.) que mejor se desempeñen en cuanto a indicadores bioclimáticos y de costo beneficio de instalación y mantenimiento, (2) capacitar y trabajar en conjunto con los equipos técnicos de municipios del Área Metropolitana de San Salvador para la instalación y mantenimiento de módulos de cobertura vegetal, y (3) desarrollar un manual de implementación y mantenimiento de módulos con cobertura vegetal, conteniendo criterios y recomendaciones que puedan ser utilizados como insumo o instrumento de apoyo para normativas tanto en los municipios donde se efectúen los piloto como en otras municipalidades.
Las ciudades y las diferentes actividades humanas crean mayores necesidades de espacio, generando una pérdida de los paisajes naturales, lo que origina desequilibrios ambientales en la ciudad y evidentemente la hace más vulnerable a los efectos negativos del cambio climático.
La organización meteorológica mundial asevera que la falta de espacios verdes podría ser la causa del aumento de 1 a 4 grados Celsius de temperatura en las ciudades, lo que genera impactos relacionados con el aparecimiento de islas de calor, mayor susceptibilidad de inundaciones y elevada polución.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 9m2 de área verde por habitante, lo que se cumple en pocas ciudades ya que los modelos y normas de construcción se enfocan en optimizar el uso del espacio construido.
El uso de coberturas verdes basadas en plantas rastreras como gramíneas, musgos y follaje silvestre ha sido explorado de forma muy incipiente en los países latinoamericanos y muchos estudios no incluyen datos cuantitativos y manuales para su despliegue en edificaciones existentes.
En diciembre de 2021, el Laboratorio de Ciudades del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, lanzó la convocatoria abierta Desafío: Ciudades Para Todos, con la que buscaba que las ciudades de la región aplicaran identificando problemas que estén asociados a inequidades urbanas, y que tengan el potencial de ser solucionados con procesos de experimentación.
Se recibieron un total de 205 aplicaciones de 144 ciudades pertenecientes a 17 países de la región de América Latina y el Caribe. El Concejo de Alcaldes del Área Metropolitana de San Salvador, en conjunto con la Universidad Don Bosco y otros actores de la sociedad civil y del sector privado, aplicaron con un reto asociado al efecto de isla de calor urbano, y su impacto en la calidad de vida de la gente, tanto en el interior de las edificaciones, como en el espacio público. El equipo de San salvador fue seleccionado como uno de los tres ganadores para diseñar e implementar un proyecto piloto que permita experimentar una solución que atienda el problema planteado.