Ana Salvador y Ángel Rivas son dos profesionales de la ciencia que desde hace dos años viajan juntos por Latinoamérica para divulgar la ciencia y fomentar un pensamiento científico, bajo el proyecto que ellos mismos crearon con el nombre de Acoge a un Científico.
Ana es de nacionalidad española. Estudió Física en la Universidad Autónoma de Madrid, posee un máster en Física Teórica y un doctorado en Cosmología, por el Instituto de Física Teórica en Madrid.
Ángel nació en Buenos Aires, Argentina. A sus 11 años de edad se fue a vivir a España, donde estudió Física, también en la Universidad Autónoma de Madrid.
Su proyecto pretende cambiar la imagen que la sociedad tiene de los científicos. Según ellos, “un científico no tiene por qué ser un señor mayor, con gafas y bata blanca. Un par de jóvenes con gustos normales y que recorren el mundo pueden ser científicos”, afirman.
Ambos están convencidos que es importante que la investigación salga de las Universidades y centros de investigación, y no solo llegue a las grandes ciudades, sino también a zonas rurales.
Un aspecto medular dentro de su proyecto es resaltar el papel de la mujer en la ciencia, en sus intervenciones, animan a las señoritas a dedicarse a la ciencia.
Esta singular pareja, que desde inicios de 2020 venían recorriendo Centroamérica, decidió hacer una parada por El Salvador para visitar el Observatorio Micro Macro (OMM) de la Universidad Don Bosco e intercambiar sus conocimientos con los jóvenes universitarios.
En el OMM desarrollaron el conversatorio Cosmología: un viaje por el universo, en el que hablaron sobre la situación actual de la cosmología, sus grandes incógnitas y las observaciones que han llevado a establecer el modelo estándar cosmológico ΛCDM.
Impartieron, además, un taller sobre cosmología de precisión, cuyo objetivo es reproducir resultados de un artículo científico y de esta manera, acercar el trabajo real de un experto en este campo, a los estudiantes.
Durante su estadía aprovecharon para dar un recorrido por el Observatorio y conocer la sala micro, el planetario, la terreza de observación y la torre de observación astronómica que alberga el telescopio principal.
Acoge a un científico ha viajado a 12 países, visitado a 170 instituciones educativas; han realizado 275 talleres y han atendido a más de 13,000 personas.
Según expresaron, el OMM es el primer observatorio que visitan con un componente científico y formativo.
